Carlo Maria Giulini asegura que “(los directores) somos los únicos músicos que no tenemos contacto físico con el sonido. Tenemos nuestra idea de lo que el compositor quiso decir y tratamos de comunicarlo; primero a nuestras manos, y, a través de ellas, a los más de cien músicos de la orquesta, en una conexión técnica y espiritual”
Matheopoulos, 2007: 120
Da Vinci estaba fascinado con las simetrías que el cuerpo ocupaba en su interpretación del hombre de Vitruvio de pie, en un cuadrado o un círculo. Él estaba preocupado con la idea de Platón que decía que en un espacio de tres dimensiones hubiera sólo cinco sólidos perfectos y regulares o figuras cristalinas en toda la naturaleza. Usando las ideas de Platón y Da Vinci, Rudolf Laban predijo cómo podría ser el espacio geométrico que rodea nuestro cuerpo. Fue así como nombró esa forma geométrica representada por el icosaedro, la Kinesfera. El icosaedro es, en efecto, un mapa cognitivo de los parámetros de nuestro movimiento. (Jordan, 2011:110)
En palabras exactas de Laban: “El alcance normal de nuestros miembros en la máxima extensión, apartándose del cuerpo, sin cambiar la posición de pie, determina el límite natural del espacio personal o Kinesfera, en el cual nos movemos. Esta Kinesfera permanece constante en relación con nuestro cuerpo, aunque nos desplacemos del lugar donde manteníamos la posición de pie original: viaja o se transporta con el cuerpo en el espacio en general” (Laban, 1984:67)
Respondiendo a estímulos externos
Respondiendo a tu voz
Una vez explorada la Kinesfera, vamos ahora a enmarcar ese otro espacio que es la arena de dirección. La arena de dirección es el espacio donde se inscribe el gesto del director y podríamos decir que es como una maqueta a escala de la Kinesfera. A través del movimiento de nuestros brazos le damos un lugar, una forma y una textura al sonido, como si estuviéramos moldeando un pedazo de arcilla o plastilina.
Prácticas como el taichí, que te recomendamos en la sección EXPLORACIÓN ANATÓMICA Y CONSCIENCIA CORPORAL, pueden ser de gran utilidad para hacer consciencia de la energía que hay en nuestros brazos y poder trabajar con esa energía.
Vale aclarar que los siguientes ejercicios no son una práctica de dirección concreta, sino un laboratorio para explorar lúdicamente la relación entre el cuerpo y los estímulos sonoros. Es por ello que usaremos grabaciones musicales durante la práctica.
Kinesfera
Laban, R. (1984). El dominio del movimiento (4a edición, 1 reimpresión ed.). Madrid: Lacarcel Moreno.
Jordan, J. (2014) Recipe for development of expressive conducting technique harmonic rhythm and chant, add Laban and boddy mapping. Westminster Choir college of Rider University. Chicago: GIA publications.
Arena de dirección y Dibujo musical
Romero (2021). Gesto y movimiento. Una propuesta pedagógica
Obras Musicales
en los videos
Exploración de la arena de dirección. Dibujo musical